Hoy, en uno de esos días terribles de fin de curso, en los que llegas a pensar "por qué me haría yo maestro" y cuando ya "huía" a mi merecido descanso, me he encontrado,bajando las escaleras ,una panda de adolescentes que me llamaban. Aunque me ha costado (hacía más de nueve años que no las veía) he reconocido sus caras y ha venido a mi mente aquellos "niños y niñas" de 9 años a los que di clase de tercero y cuarto de primaria la otra vez que estuve en Vallecas, cuando todavía era interino. Venían porque se habían enterado de mi regreso al cole y querían enseñarme las notas de selectividad que acababan de recoger. Y yo, que hace mucho tiempo que no me emocionaba, he llorado de ilusión porque esos "niños", hoy casi adultos, han venido a verme y hemos recordado los días que pasamos juntos y los muchos momentos buenos que compartirmos. Y después de mucho tiempo y de muchos desprecios, y de muchos palos que he recibido últimamente, me he sentido ORGULLOSO DE SER MAESTRO DE ESCUELA PÚBLICA, y de que mis niños de un humilde colegio de línea uno del barrio de Palomeras, en Vallekas, son hoy unos señores universitarios... Y entonces he recordado el motivo por el que hay que seguir luchando en estos días tan jodidos para la Escuela Pública y he jurado seguir luchando, porque recompensas como las de hoy merecen que lo sigamos haciendo. Hoy me han hecho crecer y estirarme, y tener la cabeza muy alta, y estoy muy orgullosos de ellos y de haber sido su "profe"
PD: Las notas de los cuatros alumnas que han venido eran: 8,20, 8,10, 8,15 y 8,20 , las del resto de compañeros rondaban el siete y las había más altas según me han comentado (y luego dicen hoy por los medios de comunicación que las mejores notas las obtienen los privados)
¡SALUD Y ESCUELA PÚBLICA!
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