4 Aula de Infantil Núm. 45. Septiembre-Octubre 2008
En la Comunidad de Madrid ha costado mucho esfuerzo y tiempo pasar de las guarderías a las escuelasinfantiles. La consejera de Educación, Lucía Figar, se ha permitido realizar este cambio, invirtiendoel sentido del camino iniciado.
Las guarderías institucionales aparecieron en nuestro país con la función de atender a los más
pequeños mientras sus madres trabajaban. Sus objetivos eran meramente asistenciales. Desde estasituación, se empezó una lucha por parte de los profesionales que atienden a estos niños para transformarlas guarderías en escuelas infantiles, por entender que la etapa 0-6 debe constituir, y así lo recogió más tarde la LOGSE, la primera etapa del sistema educativo.
Desde este planteamiento se fue configurando la escuela infantil como una institución educativa
donde se tiene en cuenta las necesidades de los niños y las niñas y su peculiar forma de aprender, donde el tiempo es un factor fundamental, donde se organiza cuidadosamente el ambiente, donde se seleccionan unos materiales que ofrecen múltiples posibilidades, donde se planifica metódicamente la tarea educativa ajustándola al proceso y ritmo de cada niña y niño, donde hay un equipo educativo con cualificación y formación adecuadas, donde se considera fundamental la participación de las familias y la implicación con el entorno, y desde donde se puede empezar a compensar desigualdades, ofreciendo a los hijos de familias más desfavorecidas una experiencia educativa enriquecedora y potenciadora de su desarrollo.
La Comunidad de Madrid tiene una red de escuelas infantiles y casas de niños públicas con una
oferta educativa de gran calidad, tanto en la configuración arquitectónica de los edificios y su equipamiento como en la formación y titulación de las educadoras. Cuenta, además, con una práctica educativa planificada, acorde con los principios psicológicos y pedagógicos que definen cómo son y cómo aprenden los niños de esta etapa, integrando a las familias, por considerar que en estas edadesla educación tiene que ser especialmente compartida.
La Consejería de Educación ha considerado que esta excelencia no es el modelo que se ha de
seguir y, por ello, ha elaborado nueva normativa referida a los requisitos mínimos de los centros y al currículo. En las nuevas escuelas los espacios disminuyen, la ratio aumenta, la cocina ya no es necesaria,tampoco se valora la necesidad de una sala de usos múltiples y el patio puede ser cualquier espacio, aunque no sea de uso específico para los niños de la escuela infantil. En estas escuelas los educadores de apoyo disminuyen, de forma que sólo es necesaria una educadora, aunque se atienda a 150 niños y niñas de 0 a 3 años.
Para gestionar estas escuelas, ya no se necesita un buen proyecto educativo, ya que su valoración aporta 10 puntos de un total de 100. Lo que le importa a la consejera no es la calidad de la propuesta educativa, sino el ahorro, objetivo prioritario en esta legislatura (ahorrar lo máximo posible en la educación pública). Por lo tanto, el punto de mira se reduce a la propuesta económica (40 puntos). La empresa que gestione la escuela por menor precio será la adjudicataria.
Por ello, permite que las empresas que gestionen las escuelas monten todo tipo de actividades
fuera del horario establecido, incluso durante fines de semana, siendo actividades sobre las que no se va a ejercer ningún control, ni de tipo educativo ni asistencial ni económico. A esto hay que añadir que se potencia que se paguen unos sueldos vergonzosos a las educadoras y los educadores que atienden a los menores de 3 años.
De un plumazo y en menos que canta un gallo, ha desaparecido el modelo de educación infantil
que tantos esfuerzos y años ha costado construir.
Septiembre. Comienza un nuevo curso con nuevas ilusiones, expectativas, deseos, ideas que poner en marcha, como cada año. Pero, en la Comunidad de Madrid, la educación infantil está de luto.
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